Sí, es una de esas cosas que no me gustan y no sé porqué, pero me resultan "rancios". Y eso que reconozco el trabajo que llevan pero... no me gustan, y es así, tengo que asumirlo.
Cada vez que veo uno sobre un mueble, los brazos del sofá o el televisor (doy gracias al cielo por los televisores planos que evitan tener que ponerles tapetes) me entran unas irrefrenables ganas de tirar de ellos para ver si el objeto que suelen tener encima no se precipita al vacío. Pero como soy una chica educada, me aguanto y me limito a mirarlos con inquina desde la distancia.
Pero he descubierto que el encaje de agujas puede servir para algo más, oooooh sí!! ¡La srta Dorie Millerson es capaz de hacer maravillas!
Por favor, ¿quién no cambiaría sus tapetes por una sola pieza de las anteriores?
Qué bonitos!! Yo también odio los tapetes, aunque mi abuela me hizo varios y los tengo, pero guardados, porque también me parecen rancios...
ResponderEliminarBesos.
Si yo sé que lo hacen con todo su amor peeero... No, no los acabo yo de ver en mi casa, no...
EliminarRancios?... Pero y lo bien que protegen la madera del aparador...
ResponderEliminarEs broma, me ha hecho mucha gracia este post!!mi madre es muy de tapetes y a mi me parecen de otra galaxia o civilización... Ciao!
Jajaja, la de tapetes que habrá en los aparadores del mundo!!
EliminarQue divertido, es que nuestras madres ponían tapetes a todo y los acabamos odiando..
ResponderEliminarTú lo has dicho, a todo!
EliminarEn mi casa hay algún tapete de esos (vivo todavía con mis padres), jeje. Gracias a Dios nunca se le ha ocurrido poner uno encima de la tele... Yo he visto tapetes encima de la tele que encima del tapete había la típica muñequita vestida de sevillana... ojiplática me quedé. Muy al estilo Cuéntame.
ResponderEliminarBesos
Ay, sí, la muñequita!! y no iría acompañada de un toro bravo, no?? Ya sería el lote completo!
ResponderEliminarTe he dejado un regalito, no sé si envenenado o no...
ResponderEliminarhttp://www.espanice.com/2013/03/aguarda-el-liebster-award.html
Ciao!